Decía mi abuela que quien, aunque sólo una vez en su vida, ha cortado una naranja comiéndola bajo el sol de primavera o ha visto el paso de los zorzales en otoño, cuando en los días claros vuelan en bandadas, ya nunca será de ciudad y durante el resto de su vida amará la libertad del campo.
Mi familia me inculcó el amor por esta tierra: he crecido rodeada de naranjos y limoneros, entre tractores, azadas y cubas de curar y he jugado en acequias y balsas. Mi abuela tenia razón, aunque a veces no lo supiera, siempre he amado la libertad del campo.
He vivido un tiempo fuera de Almería y a pesar de que desde hace años la agricultura está sufriendo un proceso de abandono, aún más patente en una provincia eminentemente rural, el amor a mi tierra me ha traído de vuelta con nuevos proyectos de futuro y nuevas ilusiones por cumplir.
Nuestra familia ha decidido iniciar una nueva etapa con Adopta un Naranjo. A través de esta iniciativa queremos ofrecerte la posibilidad de tener tu propio naranjo. Nosotros lo cuidamos por ti y te enviamos su producción. Podrás disfrutar de naranjas recién cortadas, que conservan todo su sabor, propiedades y vitaminas. Con tu participación ayudarás a proteger al pequeño agricultor que se está convirtiendo en un artesano del campo y para el que cada vez, es más difícil sacar adelante la cosecha.
Desde -Adopta un Naranjo- esperamos seguir disfrutando y compartiendo esta finca, siempre bajo la filosofía de respetar su naturaleza. Porque creemos en la agricultura tradicional, que se hace con tiempo, con dedicación y con esmero. Porque no queremos dejar que la tradición sea un recuerdo del pasado. Porque como decía Voltaire “El paraíso terrenal está donde yo estoy” y para nosotros está en Almería.
