Normalmente, el término lujo se vincula con un estilo de vida o de consumo que implica que todo tiene que ser exclusivo, caro y único. Pero la realidad es que el verdadero lujo no se compra con dinero y está mucho más cerca de lo que pensamos. En Antas sin ir más lejos podemos llevar una vida llena de lujos, porque para mi el lujo es:
El olor que queda en el campo después de la lluvia y por qué no, un beso de alguien especial debajo de ella.
Poder comer una naranja bajo el sol de primavera, o ver el paso de los zorzales en otoño, cuando en los días claros vuelan en bandadas.
Lujo son las noches llenas de estrellas con olor a galán de noche, incluso en el mes de noviembre.
Despertarte casi todos los días con un rayo de sol y el canto de los pájaros.
El olor a azahar, que lo inunda todo en primavera.
No tener prisa, aparcar en la puerta de los sitios y que la gente esté en general de buen humor.
Lujo es, que todo el mundo tenga cinco minutos para hablar contigo y saber como estás, aunque te hayan visto el día anterior.
Los paseos por la playa en invierno con mi perra Bruna y los días de sol y chiringuito del verano.
Hacerme una ensalada con lechuga de mi propio huerto y de postre, zumo de naranjas recién cortadas.
Desayunar cada día, café y tostadas con aceite en la mejor de las compañías y que además, te regalen las mejores mandarinas del mundo.
Que se te olvide el dinero en casa y poder pagar al día siguiente porque todo el mundo te conoce.
Estar escribiendo este blog a las doce de la noche con las ventanas abiertas, porque fuera hace 19 grados. Es un lujo que el invierno sólo dure dos meses escasos.
Divertirte con lo que haces y embarcarte en nuevas aventuras.
Estar rodeada de gente que te quiere.
Y como no, que continuéis adoptando más naranjos
Estas son algunas de las cosas de las que podéis disfrutar en Antas. Para todo lo demás como dice el anuncio, podéis usar la Mastercard