Una de las mejores cosas de las pequeñas empresas familiares es como cada uno encuentra su lugar para colaborar. Acabamos de cerrar la campaña y han sido unos meses llenos de trabajo, en los que todos hemos aprendido sobre la marcha infinidad de cosas, pero la más importante de todas, es que siendo un equipo todo funciona mejor. La recolección de la cosecha es el momento más gratificante de todo el año. Se cierra el ciclo anual de los árboles y podemos ver los frutos de un año de trabajo. Durante la cosecha todo el mundo colabora, Leticia, Anita y Washington han ayudado haciendo cajas, Luis y Juan José cortando naranjas, José recibiendo a los padrinos adoptivos, Bimba aprovechando cualquier despiste para recoger las naranjas que se caen al suelo. Y por supuesto Mario, que ha gestionado todo el transporte asegurándose de que las naranjas lleguen en perfecto estado a sus familias adoptivas.
Pasar el día en el campo rodeada de naranjos, sol y azahar puede parecer una vida estupenda, pero en realidad es mucho mejor que eso. Estamos hablando de Almería, donde todo se hace con calma y sobre todo con buen humor. Aquí la familia es muy importante y una de las cosas que más me gusta contemplar es el mercado, que en Antas es los lunes. Es un mercado pequeñito que cuenta con unos 20 o 30 puestos de venta. La escena es ésta: al frente de cada puesto está por lo general un hombre o una mujer de 40 o 50 años y ayudándoles su madre, padre o tíos. Muchas veces son ellos los que cultivan las frutas y verduras que venden. Es un mercado lleno de color, porque aquí los tomates son más rojos, las espinacas más verdes y por supuesto las naranjas saben de verdad. Aquí cada uno cultiva su trocito de tierra con amor y dedicación, siguiendo la tradición familiar y claro por eso todo en Antas sabe mejor.
Recuerdo que hace unos meses cuando llegaron las cajas, tuve que pasar toda una noche aprendiendo los trucos de los pliegues para montarlas. Al principio gruñí interiormente, según mi madre también en voz alta, pero lo que podría haber sido una simple noche de tele se convirtió en una de satisfacción y productividad. No sé qué significa todo esto. Pero si sé que hay un montón de personas que pasan mucho tiempo mirando en su interior cuestionándose sobre el significado y el propósito de su vida. Yo me pregunto si la respuesta no es simplemente, para disfrutar pelando una naranja