Hace unas semanas mientras veía un rato la tele, descubrí una serie llamada “El Ministerio del Tiempo” Durante varios días le estuve dando vueltas a este nombre y de repente llegue a una conclusión: necesitamos tener un Ministerio del Tiempo y su sede tiene que estar en Antas.
Recuerdo que hace unos años cuando comencé este proyecto, una de las cosas que más me sorprendían y al tiempo me irritaban de Antas, era lo relativo que es el tiempo aqui. Yo venía de Madrid, donde todo es para antes de ayer y sólo importa la productividad y todos esos rollos, que a día de hoy me parecen absurdos e incomprensibles. Siempre corriendo, haciendo horas extras y sin tiempo para lo verdaderamente importante.
Pero ¿Qué es lo verdaderamente importante en realidad? Para mi, es el tiempo. Tener tiempo para estar con mi madre, con mis amigas, con toda la gente a la que quiero. Esas charlas con Pepe Fuentes, Luis y Antonio Jesús en la SAT. Los desayunos con Paco, Felipe, Pedro, Gregorio y Mati Aznar en el Milindurrio. Las clases de spinning en el gimnasio de los moricos. Las cañas donde Enrique. Echar un rato con Anita mientras me cuenta cosas de su nieta y repasamos la actualidad de Antas. ¡Anita tenemos que escribir el Hola de la comarca! Las comidas con Paco el Rayo y su familia. Paco tal vez no se acuerde, pero fue el primero en animarme a montar Adopta un Naranjo. Poder hacer cada una de vuestras cajas con mimo y cuidado. Entrar en la farmacia y charlar un rato con Mamen. Ir a la papeleria Zamora a por el periódico y comentar la actualidad política con Isabel. La juntas rectoras de la SAT en las que se habla de lo divino y de lo humano. Hablar horas sin fin con Pepe y Luis sobre los problemas del agua y sus soluciones. Ir con mi prima y su hija a la playa. Encontrarme con María Dolores en la puerta de la mercería y echar un ratico con ella. Poder escuchar los problemas y alegrías de la gente a la que quiero. Las comidas con Eduardo, Miguel, Jesús y Ángel. Las clases de Pilates y las comilonas que organizamos. Que Jose David me cuente las próximas carreras de Enduro que organiza el Motoclub en Antas. El cine de verano. Las migas del Frandi cuando llueve. Pasear con Bruna, Jara y Trufa al caer la tarde. Y por supuesto tener tiempo para pensar y llegar a conclusiones como esta, del Ministerio del Tiempo
Antas me ha enseñado muchas cosas, pero sin duda una de las más importantes es que siempre hay tiempo para todo. Nunca nadie dejó de tener un rato para resolver mis dudas, animarme, enseñarme o tomar una cerveza conmigo. Por eso, desde que vivo en Antas me he convertido en millonaria, he aprendido a tener tiempo para vivir, ahora tengo millones de recuerdo que compartir y aún me sigue quedando tiempo para tener muchos más ¡Gracias a todos por enseñarme!
Quizás todas estas ideas surgen porque me acerco peligrosamente a un cambio de década. Puede que sea cierto, pero al final, lo que de verdad importa es la vida de tus años. Y eso es precisamente lo que quiero, tiempo para tener una vida y en Antas lo he encontrado.